La entrada de la uva en bodega se realiza a través de las tolvas de recepción. La bodega dispone de tres tolvas cuya función principal es acompañar a la uva hacia las despalilladoras. Estas tolvas utilizan la última tecnología aplicada al sector del vino ya que funcionan mediante un sistema de vibración que garantiza un trato excepcional de la uva.

La bodega cuenta con tres despalilladoras, situadas debajo de cada tolva, cuya función es separar a la uva del raspón. El raspón se lleva a través de unas cintas hacia un silo de 16 m3 donde se tritura y se conserva a la espera de ser recogido por un camión de una empresa autorizada para fabricar abonos y fertilizantes. Por otra parte, la uva cae directamente en las bombas de pasta que llevarán la uva despalillada hasta una de las prensas.