Para que la llegada de la uva a la bodega se realice de manera ordenada, el departamento de viticultura establece un calendario que determina el día que cada socio debe realizar la vendimia en sus parcelas. Como comentábamos en anteriores “posts”, este calendario se establece en función del grado de maduración de la uva.

Una vez que los socios han recogido las uvas en el día establecido, deben llevar las cajas hasta las instalaciones de la bodega, concretamente, a la explanada de vendimia. Las uvas solamente pueden ser transportadas a la bodega en cajas de 20 kg. de capacidad, propias de la bodega, para impedir que la uva se rompa y se oxide.

Las cajas llenas se colocan en una de las 5 líneas de recepción, las cuales transportan las uvas hasta otras cajas azules (“palós”) cuya capacidad es de 800 kg. Estos palós contienen un microchip que registra la cantidad de uva y su calidad. Los palós se colocan en una báscula para saber el peso total de cada uno y además se realiza un “Pin process” insitu, que calcula la graduación probable de la uva. Estos parámetros determinarán el precio que se le pagará a los socios por la uva.

Finalizado este proceso, los palós se colocan en orden atendiendo a su calidad y al grado alcohólico probable, a la espera de su entrada en bodega.